Eva no tenía muñeca, "...Pues nada le tendremos que hacer una...", decía su
pobre tía, aunque todavía la pobre tía sigue esperando a que su querida
sobrina la recompense con un "eres la mejor" , "la más guay", "la más
manis" y un largo etc. de "la más....". Bueno, a parte, un beso como un
queso, mientras llora y llora ahogándose en su propio mar de lágrimas,
vamos a dejar el cuento sin terminar por si llega el fueron felices y
comieron perdices.
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