Las muñecas de trapo me encantan. Bueno, la verdad, me gusta más hacerlas, que luego verlas todos los días y andar poniéndolas, y cogiéndolas, y colocándolas. Pero cada vez que veo una digo: ¡Ay que bonita, tengo que hacerla!.
Ésta la hice poniendo como excusa a mi hija. Se la iba a regalar como regalo de fin de curso, aunque luego se la diera mucho antes, pero el caso es que tenia ganas de hacérsela y encontré un motivo perfecto.
El resultado es precioso, aunque como os decía antes, la recojo de todos los rincones de su habitación ¡Qué le vamos a hacer!
Una verdadera Mini Vega.